jueves, 31 de mayo de 2007



LAS CONSECUENCIAS DEL FANATISMO RELIGIOSO, LOS FUNDAMENTALISTAS.

En más de una ocasión he sido consultado sobre los evangélicos, ya que para la mayoría de las personas éstos constituyen un sólo grupo, pero sin embargo no es así, ya que hay varias corrientes, por decirlo de alguna manera, lo que se puede comprender a la luz de la obra misionera foránea hacia Latinoamérica.
También para varios que consultaron acerca del por qué del fanatismo de algunos cristianos evangélicos, me atreví a escribir este ensayo como un aporte para contribuir a la opinión cultural acerca de los fundamentalistas.
Partiremos buscando una definición ¿Qué es un fundamentalista? “… es alguien que niega todo discurso, un fanático con el que no se puede hablar”. Ésta sería la definición crítica del fundamentalismo. Otra de carácter apologético diría quizá: “Un hombre para el que algo es sagrado y que no está dispuesto a negociarlo.”1

De este modo podemos dibujar los contornos del problema que en nuestra sociedad se esconde tras el término fundamentalismo.

“Se denomina fundamentalismo a distintas corrientes religiosas que promueven la interpretación literal de un texto como «fundamental», como autoridad máxima, (por ejemplo el Coran o la Biblia) ante el cual ninguna otra autoridad puede invocarse y que debería imponerse sobre las leyes de la sociedad democrática.”2


Ahora bien, podemos decir que en el ámbito cristiano criollo el fundamentalismo se manifiesta en más de una forma, veamos:

En Primer lugar, encontramos la interpretación literal de la Biblia (Hermenéutica) sacada de contexto para hacer una afirmación esto, se ve a menudo en el mundo Protestante, en la Iglesia Presbiteriana, Metodistas Independientes y la Iglesia Bautista chilena. Pero también debemos ver este fenómeno a la luz de los protestantes americanos, quienes están en contra de la ilustración científica y la hermenéutica teológica, también éstos niegan la teoría de la evolución, no aceptan el divorcio, las relaciones prematrimoniales, etc. En décadas pasadas se usó mucho el término “mundano” para descalificar a aquellos que no compartían la fe de cada grupo. Y por cierto, no son ecuménicos, ellos no aceptan la unidad de los cristianos, al no tranzar con la unidad humanista cristiana que se entiende que promueve el ecumenismo (Islam, Judaísmo, Ortodoxo...).

En segundo lugar, el pluralismo religioso de la post-modernidad que hace surgir nuevos actores en el ámbito social, sean estos iglesias o movimientos que imponen sus normas tradicionales y valóricas y en lo doctrinal cuyo propósito es fortalecer la identidad confesional. Esta reacción es frente a los complejos procesos de la globalización en las Iglesias Reformadas donde encontramos algunas que están asociadas a una idea de no ser ecuménico pero sí son fundamentalistas; ahora bien, hay que comprender esta opción por la influencia de la Iglesia Fundamentalista norteamericana venido del puritanismo cuya influencia se vio en los misioneros llegados a Latinoamérica, sean estos bautistas, metodistas, presbiterianos, reformados (Calvino, Zuinglio, Knox)
En tercer lugar, la historia nos ayudará a comprender este fenómeno en el ámbito religioso-cristiano por eso hay que dejar claro que un fundamentalismo suficientemente radical no entra en conflicto ni con la lógica ni con la experiencia. Es así que el fundamentalismo cristiano es un fenómeno en gran medida protestante. “Que dejen prevalecer la Palabra y no se les dé las gracias por ello...” Esta aseveración de Lutero presenta la Reforma como un movimiento fundamentalista, de regreso a los orígenes, lo que significa sobre todo, regresar a la identidad.




Regresemos a las expresiones criollas del fundamentalismo de aquellos que tenemos raíces luteranas (La Reforma) en las convicciones de la fe, en que el intérprete es uno mismo, así como el análisis bíblico de pasajes que nos dan enseñanzas de la vida, aunque el que es fundamentalista lo va hacer literalmente o va buscar una pasaje para justificar su acción fuera de contexto y sin la ayuda de la hermenéutica teológica, aun cuando no tiene por qué saber de esta ciencia, pero él debiera contar con un guía que conozca o tenga la influencia del fundamentalismo foráneo o criollo, en última instancia le queda el recurso de la revisión del texto, ya que a su vez éste sólo se da como interpretado, porque leer es ya interpretar. El fundamentalismo cree poder sustraerse a este círculo hermenéutico que parece tornar todo arbitrario y todo -hasta el ateísmo compatible con la Biblia- mediante una literalidad del texto aparentemente libre de interpretaciones.


La historia enseña que de tales lecturas literales de determinados textos siempre han emanado impulsos de revitalización y renovación de tradiciones. Como ejemplo, puede bastar San Francisco con su interpretación literal de algunas partes del Evangelio referidas a la pobreza. Pero igualmente claro es que cada una de estas reformas tenía a su vez que constituir algo así como una ortodoxia, es decir, una tradición interpretativa vinculante y fundante de una identidad.

Naturalmente, el protestantismo y la ortodoxia siempre han tenido un estatuto precario, porque los escritos en los que se basan no pueden apoyarse por su parte en una autoridad interpretativa específica, basada en la escritura.

Por lo tanto, de este modo, la ortodoxia ( opinión recta y verdadera) protestante siempre estuvo amenazada por dos flancos: por el lado de la crítica histórica( el examen critico de las luchas, teorías y practicas revolucionarias del pasado) o ilustración científica ( esta consiste el dibujar a partir de una ciencia) y por el lado del utopismo (que es prometer mas allá de lo que se puede hacer) , que invoca directamente el testimonio del Espíritu Santo en el iluminado lector de la Escritura. La ortodoxia, en cambio, es una construcción intelectual. Presupone una instancia legitimadora de la evolución de la doctrina, es decir, una instancia que se remonte al origen y la tradición. El fundamentalismo es, por así decirlo, su contrafigura protestante.

1.Robert Spaemann, revista Atlántida, junio-sept. 1992
2.Wikipedia








martes, 22 de mayo de 2007

¿Existe libertad religiosa?, Un aporte a la reflexión. “Toda persona tiene derecho de libertad de pensamiento y religión; ................

¿Existe libertad religiosa?, Un aporte a la reflexión. “Toda persona tiene derecho de libertad de pensamiento y religión; ................
“Toda persona tiene el derecho de libertad de pensamiento, conciencia y religión; este derecho incluye libertad para cambiar su religión o creencia y libertad ya sea sola o en comunidad con otros y en público o en privado de manifestar su religión o creencia enseñando, practicando, adorando y observándola.” (Artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas de Diciembre de 1948).
Uno esperaría que en el siglo 21 la idea de la libertad religiosa estaría universalmente aceptada, el hecho es, sin embargo, que durante la primer década del nuevo siglo ha habido un aumento trágico en la persecución religiosa y la negación de la libertad religiosa. Es así que conocemos casos de afganos musulmanes que se convirtieron al Cristianismo y por este motivo fueron acusados de blasfemia y en peligro inminente de condena de muerte por lograr su libertad religiosa.
Por lo demás, le incumbe a los Protestantes recordar su historia de sufrimiento y persecución religiosa en manos de las iglesias estatales de Europa( en Chile lo trataré mas adelante y por cierto que de Maipú también). Debido a este gran sufrimiento los primeros Bautistas y otros, desarrollaron y proclamaron su fuerte creencia en la libertad religiosa y la separación de la religión del estado. En 1611, el líder Inglés Bautista, Thomas Helwys argumentó que la religión es un tema personal entre Dios y el hombre y “El Rey no responderá por esto, ni tampoco el Rey sea juez entre Dios y el hombre. Dejadlos ser herejes, Turcos, Judíos o lo que sean, no corresponde al poder terrenal castigarlos en ninguna medida.” Roger Williams sostenía en las colonias Norteamericanas que la religión no puede ser coercionada. Fueron los Protestantes los que insistieron sobre el primer mandamiento el cual garantiza la libertad de religión.
Por otro lado, durante el período Soviético en Rusia todas las religiones fueron suprimidas. Las iglesias Protestantes fueron cerradas y los Pastores fueron encarcelados. No se permitía la impresión de Biblias. La enseñanza de la Biblia no era permitida, ni tampoco los seminarios o las casa de publicaciones religiosas. Con la caída del imperio comunista, la libertad religiosa fue la primera libertad proclamada abiertamente y llevada a cabo. En la Unión Soviética cuando el Presidente Gorbachov anunció la libertad religiosa. De pronto los colegios podían realizar servicios religiosos. La evangelización en lugares públicos ahora era posible. Se imprimieron millones de Biblia y literatura religiosa. Muy pronto, sin embargo, la cara fea del fanatismo religioso comenzó a aparecer. A través de Europa Oriental las medidas represivas terminaron siendo ley. Las mayorías religiosas se alinearon prácticamente a los gobiernos de turno y pareció como un regreso a los viejos tiempos.
Por otra parte, a nivel mundial el resurgimiento del nacionalismo ha sido incentivado por el fanatismo religioso. Esto puede ser documentado al observar el fundamentalismo Hindú en India, el fundamentalismo Budista en Myanmar al igual que el fundamentalismo Judío y Musulmán en Israel y Palestina. El fundamentalismo Cristiano no es diferente cuando trata de coercionar a los gobiernos para promover sus doctrinas particulares. Es nuestra fuerte creencia Protestante que el gobierno debe respetar la religión pero no promoverla. Es el concepto de la separación de la religión del estado y consecuentemente la libertad del alma nuestra mayor contribución Bautista para con la historia de las religiones y entendiendo que los gobiernos deben promover la libertad para todos.
Por cierto, que la vigilancia es el precio de la libertad por lo tanto los Protestantes en este día, hombres y mujeres de buena voluntad y de diferentes tradiciones deben reunirse para defender la Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, particularmente el Artículo 18 que garantiza la libertad de que cualquier persona pueda cambiar su religión o creencia. Existe en realidad un “choque de civilizaciones” que ha provocado mucho sufrimiento en todo el mundo. La religión es utilizada usualmente para manejar fuerzas para dividir y castigar a todo aquel que tenga otros puntos de vista.
Es alentador que los grupos de derechos humanos Estadounidenses Islámicos hayan lanzado una declaración sosteniendo que “la conversión del hombre es un tema personal no sujeto a la intervención del estado.” Los Bautistas lucharon y murieron por esta creencia 400 años atrás. Los Protestantes continuarán defendiendo la libertad religiosa y el derecho de conversión, sin coerción para todas las personas del mundo.
Finalmente meditemos sobre el rol mesiánico de Jesús quien hizo realidad la profecía de Isaías, que el Mesías había venido para “liberar a los oprimidos” (Lucas 4:18). Todos debemos trabajar por la libertad de los oprimidos. Sin embargo, los Cristianos saben que finalmente ningún gobierno puede liberar a nadie. Más aún y debido a nuestra fe en Cristo conformada por la obra de conversión del Espíritu Santo, confesamos que la fuente de nuestra verdadera libertad proviene de nuestra relación personal con Jesucristo: “Por lo tanto si el Hijo los hace libres, ustedes serán ciertamente libres” (Juan 8:36).



martes, 15 de mayo de 2007

MITO Y REALIDAD DEL OPUS DEI, es secta, entidad jurídica, es jerárquica, un aporte a la reflexión.


Es conocida como una “Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei” que en este caso le es mas conocida por Opus Dei en latín a nuestra lengua vernácula Obra de Dios, cuyo miembros indican que es una “prelatura personal”: entidad jurídica dentro de la autoridad Eclesiástica de la Iglesia Católica.,Esta prelatura esta compuesta por un prelado que puede tener la investidura de Obispo, cuyos miembro son llamados laicos, Esta Institución fue fundada por Josemaria Escrivá de Balaguer el 2 de octubre de 1928, sacerdote español canonizado en 2002. Según el Anuario Pontificio de 2004 el Opus Dei cuenta con 1850 sacerdotes del mundo y un total de laicos 83.641. Se estima que su patrimonio asciende a un mínimo de 2.800 millones de dólares según articulo de el diario El País 06 de marzo 2006 España.
Por otra lado la misión oficial del Opus Dei “es difundir la enseñanza católica de que todas las personas están llamados a hacerse santos, y que la vida ordinaria es un camino hacia la santidad”.El Opus Dei ha recibido apoyo de los Papas que lo han conocido y de diversos oficiales católicos. En contraste, sobre todo en Europa, el Opus Dei ha sido duramente criticado con acusaciones de secretismo y sectarismo de difundir creencias ultra conservadora, de búsqueda de poder político, de actuar por motivos puramente económicos y de emplear métodos coercitivos, descritos detalladamente por muchos ex miembros que trabajaron durante años dentro de la organización. Pero sin embargo, según John Allen periodista católico y “vaticanalogo” de la CNN dice, “ estas acusaciones serían mitos que no tendrían que ver con la realidad del Opus Dei. Descrita como la fuerza más polémica de la Iglesia Católica, en las palabras de Allen, el Opus Dei está visto por algunos teólogos como signo de contradicción y por otro de controversia.
Sus miembros:
Existen tres tipos de miembros que forman parte de la Prelatura del Opus Dei. La distinción entre uno y otro es la disponibilidad de los mismos para ayudar en las actividades apostólicas de la Prelatura.
Los numerarios, las numerarias y las numerarias auxiliares (hasta 1982 numerarias sirvientas) son miembros del Opus Dei más disponibles para trasladarse donde la Prelatura más los necesite. Viven en celibato y dedican todo su ocio, trabajo y dinero disponible al Opus Dei. Por regla general viven en casas de la Obra. Además de cumplir numerosas normas de piedad, usualmente los numerarios practican diversas mortificaciones (todas ellas recomendadas), como duchas de agua fría, incluso en invierno, uso del cilicio dos horas al día y disciplinas (látigo) una vez por semana, para "mortificar el cuerpo y las pasiones". También practican otras actividades disciplinares como dormir en el suelo, o sin almohada en la cama, pudiendo colocar un libro en su lugar. Regularmente la correspondencia de los numerarios es vigilada, así como sus amistades (no pueden tener "amistades particulares" con miembros de la institución) y materiales de lectura. Sus actividades - ya sean las intelectuales, o lúdicas (no pueden disponer de radio, leer o ver televisión sin permiso) - deben estar siempre encaminadas a seguir las directrices que la Prelatura disponga por medio de los directores.
La libertad plena en las actuaciones profesionales, etc., no disminuye la plena disponibilidad y obediencia de los Numerarios y Agregados para dedicarse a las labores apostólicas de la Obra, como apertura de centros o actividades de proselitismo, puesto que de acuerdo al espíritu del Opus Dei, han de estar decididos a abandonar la labor profesional más acertada u otro trabajo personal, por fecundo que sea, para ocuparse, si así lo disponen los Directores de la Obra, aun de las tareas más humildes, que también se hacen trabajo profesional, por el bien de su alma, de otras almas y de la institución.
Los numerarios pueden trabajar en empleos corrientes, o como contratados en las obras corporativas del Opus Dei, (escuelas, institutos, universidades, etc) o en cargos burocráticos en las casas de la Obra, (directores, secretarios) siguiendo siempre las indicaciones de los superiores, —en el caso de las numerarias auxiliares, están formadas exclusivamente por mujeres, que se dedican habitualmente a la atención doméstica, cocina planchado y limpieza de los centros, y se dedican completamente a las casas de convivencias y retiros espirituales, según dice el Opus Dei de modo semejante a las madres de familia que trabajan profesionalmente en sus propias casas—, pero para algunas auxiliares su trabajo profesional es dirigir durante un tiempo las actividades apostólicas del Opus Dei o dedicarse a tareas internas de dirección y organización de la Prelatura.



En los estatutos de la Obra dice acerca de las numerarias auxiliares:
Capítulo II। párrafo 9:
(...)Además, en la sección de mujeres, las Numerarias auxiliares, con la misma disponibilidad que las demás Numerarias, dedican su vida principalmente a los trabajos manuales u oficios domésticos, que acogen voluntariamente como trabajo profesional propio, en las sedes de los centros de la Obra".
Los numerarios y numerarias son los principales responsables de la dirección espiritual del resto de los miembros, mediante lo que en lenguaje interno se denomina "charla fraterna" o "confidencia", practica semanal preceptiva,que se realiza con regularidad semanal, y que suele ser dirigida por un miembro laico, con el que el resto de miembros incluidos los sacerdotes, deben "abrir su alma con sinceridad salvaje", según palabras de Escrivá. Su finalidad es avanzar en el camino ascético espiritual peculiar del Opus Dei.
Los agregados y agregadas son el siguiente tipo de miembro, por orden de disponibilidad. Los agregados son similares a los numerarios en que viven en el celibato, entregan su sueldo, y algunos se ordenan sacerdotes, pero estos típicamente no viven en centros del Opus Dei.
Sus circunstancias personales no les permiten estar tan disponibles al Opus Dei como un numerario, quizás porque tienen padres ancianos y tienen que cuidar de ellos, o tienen un negocio familiar que interferiría con su disponibilidad para trasladarse a otra ciudad. Hay una multitud de motivos por los que estarían menos disponibles que un numerario. Los agregados también están implicados en ofrecer dirección espiritual a otros miembros de la prelatura y también a aquellos que no son miembros, e incluso hacerse sacerdotes de la Obra.
Los supernumerarios y supernumerarias son el tercer tipo de miembro, y pueden ser hombres y mujeres, casados o solteros. Por sus obligaciones familiares, son los menos disponibles para las tareas apostólicas del Opus Dei.
Estos viven en cualquier parte ,la mayor parte de los miembros del Opus Dei (el 78%) son supernumerarios. Estos ayudan con los objetivos apostólicos de la prelatura siempre dependiendo de sus circunstancias personales. Su vocación es la misma que la de los agregados y numerarios —es decir no son los miembros de segunda clase—. De acuerdo con las enseñanzas de la Obra estos miembros son los que personifican la vida del cristiano que lucha para vivir la santidad en la vida diaria de su familia y su lugar de trabajo. La formación de los supernumerarios —adaptada a sus circunstancias— es tan intensa como la de los agregados y numerarios. Aunque las mujeres no pueden ser ordenadas (en el sacerdocio católico romano), reciben la misma formación filosófica y teológica que los hombres, a menos que sean numerarias auxiliares, es decir, mujeres que son dedicadas al servicio doméstico, que reciben una formación más sencilla. Por otro lado, la institución Opus Dei que, con el paso de muy poco tiempo, se ha manifestado en su realidad. Se compara sutilmente “espíritu” y “fundador” con el fenómeno de los mormones y la pretensión de crear una nueva iglesia. Es así que en palabras de un ex Opus Dei Sr. Marcus Tank “....en el fondo se trata de una demoledora crítica a la totalidad, que indicaría que el Opus Dei es un fraude, y que todos los que creímos o confiamos en su fundador, andábamos engañados. Esto cuesta reconocerlo, pero peor es seguir en la mentira”.
Sin embargo, aunque la institución no sea propiamente tal una criatura de Dios en sentido estricto, de lo que no dudo es de que casi todos los que se vincularon al Opus Dei lo hicieron movidos por deseos de búsqueda de la perfectibilidad (santidad) y de entrega suscitados por un compromiso. Pero sin embargo, nada de todo ello se ha perdido ni se pierde: al contrario, debería tener continuidad en una personal relación con Dios, quien , según los místico. Si observamos las espiritualidades surgidas en el siglo XX, y las reformas emprendidas en fundaciones anteriores, puede advertirse una tendencia a disminuir el peso de lo institucional y lo corporativo en favor de alentar un encuentro realmente personal con Dios. Por otra parte, en los orígenes de la vida eremítica no existían organizaciones de santificación instituidas, sino maestros espirituales (un abba, padre: de ahí el término abad, abadías más tardío, o el starez en la Ortodoxia de Oriente) que con su experiencia ayudaban a los que espontáneamente acudían a pedirles consejo. Posteriormente surgieron agrupaciones de estos eremitas en cenobios y monasterios bajo reglas donde la norma no tenía más sentido que trazar “caminos comunes” orientados hacia la personal unión con Dios. Es así que, San Benito de Nursia (años 480-547), el más humano de todos los monjes, atemperó reglas y prescripciones para favorecer la oración personal de sus monjes y en ellos respetar la acción de Dios.





Con el paso de los siglos, las reformas monásticas inventan nuevas fórmulas de organización: las Órdenes de obediencias, por ejemplo, como la obediencia de Cister o de Cluny durante los siglo XI y XII. Y luego, a estas instituciones de carácter eminentemente contemplativo siguieron otras con fines más específicamente activo asistenciales. La época moderna muestra el florecimiento de este segundo tipo de instituciones.
Durante los siglos XIX y XX, el Espíritu Santo suscita la inquietud por la vida espiritual y la santidad de los seglares en sus quehaceres ordinarios. Y aparece así toda una teología del laicado que discurre en paralelo a una renovación de la teología sobre la Iglesia: una nueva eclesiología sobre el “Cuerpo Místico de Cristo” que, al poco de ser recibida en 1943 (por la encíclica Misterio de lo Místico de Pío XII), ya está renovada y superada por los grandes maestros de la Teología del siglo XX, que escriben desde una perspectiva ecuménica. La fuerza innovadora de las nuevas tendencias eclesiástica en el Concilio Vaticano II de 1961-1965.
Es así que los documentos de este Concilio conllevan en efecto una nueva visión teológica de la fe cristiana, que enlaza pacíficamente las nociones de “Pueblo de Dios” y “Cuerpo de Cristo” en su originario sentido bíblico y patrístico.
Pero también este Concilio aporta una antropología renovada: una visión del hombre más deudora de la modernidad, basada en su ser personal y comunitario a la vez, y dando preeminencia sin duda a lo personal sobre lo institucional. La dignidad humana reclama el ejercicio de la libertad personal con preferencia a la asunción obligada de los signos objetivos de la libertad, que suelen expresarse en normas o estereotipos de conducta institucionales, tantas veces impuestas como si fueran la garantía del bien y de la ortodoxia. Por último cada uno sacará sus propias conclusiones o hondará mas en el tema, ese es el propósito de este artículo, que abramos espacios de reflexión y discusión que cada uno busque su propia perfectibilidad y crecimiento personal en este paso de esta vida.


lunes, 14 de mayo de 2007

¿Qué es Hamas?

¿Qué es Hamas?

Una aclaración a los mitos ¿ Religión o Política? Un aporte a la cultura.
Debido a la consulta en más de una oportunidad y a los innumerables correos electrónicos recibidos en referencia al tema del Islam, específicamente en relación al movimiento Hamas, es que me he motivado a realizar este trabajo sobre el Islam, representado por el movimiento Hamas.

Empecemos, el abordar la correlación dialéctica entre política y religión de los denominados movimientos integristas, fundamentalistas o político-religiosos de filiación islámica, constituye una tarea de primer orden para los estudiosos de la región del medio oriente, para dar a conocer una opinión al develar cuánto de política y manipulación hay en los movimientos que se visten con ropajes religiosos, a fin de proteger al Islam de sus mejores valores culturales y sociales, enfrentando la mal intencionada propaganda que tiende a identificar al Islam como un fenómeno esencialmente violento y vengativo.

Es que el movimiento Hamas y los conceptos integrismo y fundamentalismo, no nos dan la verdadera dimensión del fenómeno; los términos político-religiosos pueden expresar un falso equilibrio, entre política y religiosidad, de manera que el término podría contribuir en alguna medida a presentar a un Islam tan violento como la política que lo acompaña.

Como quiera que sea, Hamas es sobre todo y por encima de todo, un movimiento esencialmente político, o dicho de una mejor forma, Hamas es un movimiento que actúa en nombre de la religión en la búsqueda de fines políticos muy concretos.

En primer lugar, el Movimiento Hamas es esencialmente político por denominación. Hamas significa entusiasmo, palabra muy significativa si tomamos en consideración que para muchos La Hermandad Musulmana (organización madre que da vida al Movimiento de Resistencia Islámica) era considerada un movimiento reformista e incluso conformista. El propio movimiento Jihad Islámico, otra rama de la Hermandad Musulmana, al justificar su separación de la organización madre señaló que lo hacía " …por falta de espíritu revolucionario en la letra y el estilo."




De modo que Hamas viene a renovar o mejor dicho a revitalizar a La Hermandad Musulmana, precisamente pocos días después de haberse iniciado La Sublevación Popular Palestina (Intífada) en diciembre de 1987. En tal sentido Hamas es la respuesta política que los más lúcidos líderes de la Hermandad Musulmana dieron a las nuevas circunstancias políticas que caracterizaron el panorama palestino.

En segundo lugar, es esencialmente político por reconocimiento de su propio liderazgo. Así Sheik Ahmad Yasin, líder de la Hermandad Musulmana, fundador del Centro Islámico en Gaza y del Movimiento Hamas señaló: "Hamas es básicamente un movimiento político y su objetivo primario es asegurar los derechos naturales y legítimos del pueblo palestino, pero asegurándoles una existencia tranquila y pacífica en la tierra de Palestina”.

El nivel de conciencia política del liderazgo del movimiento Hamas, no sólo se refleja en doctrinas y teorías políticas con un cuidadoso ropaje religioso, sino también, programas y plataformas políticas, estrategias y tácticas más o menos definidas, más o menos idealistas o realistas, pero coherentes con el objetivo de promover un profundo cambio en todas las esferas de la sociedad. Lo más o menos definido o lo más o menos realista, no sólo obedece a una concepción política, necesitada de utilizar la religión como arma movilizativa, sino que es en realidad una hábil táctica de utilizar la ambigüedad política para adaptarse a las cambiantes circunstancias. De modo que los postulados religiosos son el respaldo de esa política y funcionan como catalizadores y legitimadores de intereses políticos.

Es lógico que así sea, Hamas nace y se desarrolla en el marco de un contexto político social bien definido y caracterizado por un grado de debilidad sin precedentes de la Organización para la Liberación de Palestina OLP, como consecuencia de la evacuación de esas fuerzas militares del sur de Líbano, así como por la guerra Irán-Irak, que acaparó la mayor parte de la atención internacional, ubicando el problema palestino en una posición de importancia secundaria. Frente a esta situación, los palestinos de la Cisjordania y la Franja de Gaza comenzaron a ver que ellos tenían que contar con sus propias fuerzas.

En tercer lugar, en el escenario israelí se incrementó la política de asentamientos, unido a un diseño ideológico que tomaba cada vez más fuerzas en importantes círculos de la sociedad judía y que amenazaba con el establecimiento de una Patria alternativa para los palestinos en Jordania.
Pero además, líderes, miembros y simpatizantes del Movimiento Hamas, son parte de una misma comunidad, definida por la geografía, por la lengua, por compartir las mismas experiencias, por tener valores e intereses similares. Movimiento Hamas, que por demás afectaría demasiado el estrecho marco permisible para el diseño de política asignado a la solución del problema palestino. En tal sentido, Hamas que evoca la transformación de la sociedad con la creación del Estado Islámico, está amenazada brutalmente, lo que incrementa la variable violencia contra violencia.

Hamas no es castigada por ser un movimiento religioso propiamente dicho, que por demás florecen en las sociedades islámicas, ni siquiera por ser político-religioso con los cuales muchos de ellos mantienen cercanas relaciones con importantes círculos de Occidente en general y EE.UU. en particular. Hamas es castigada por esbozar un diseño político que tanto por sus objetivos, como por su accionar contradice el consenso permisible de la "voluntad internacional", que encabeza EE.UU., para la solución del problema palestino. Que por supuesto rechaza absolutamente Israel, principal bastión de la cultura occidental en la región y por si fuera poco, al menos hasta el momento es rechazado por la mayoría de la sociedad Palestina dentro de Gaza y Cisjordania que siguen apostando al diseño político esbozado en los acuerdos de Oslo con la anuencia casi total de la ANP que dirigió Yasser Arafat.

Por otro lado, Hamas como parte integrante del complejo escenario político palestino, también se desangra en un conflicto, ya no sólo contra el ocupante, sino también, en muchas ocasiones al interior mismo de la sociedad palestina, estimulado esto último por alcanzar un liderazgo a toda costa en los territorios de Gaza y Cisjordania. De ahí que en muchas ocasiones Hamas sobrepase los límites religiosos, para ejercer influencia y acuda en ocasiones al uso de la fuerza a través de las armas.

En la mayoría de las ocasiones las acciones de Hamas al interior de Israel van dirigida principalmente a ganar autoridad y prestigio dentro de la población palestina en Gaza y Cisjordanía, así como a socavar la influencia del líder al frente de la ANP. La élite dentro de Fatah que alcanza la mayoría de las funciones políticas, monopoliza el poder, y disfruta de las ventajas que vienen con éste, intenta como es lógico, controlar a la principal fuerza en la oposición, acudiendo si es preciso, a la utilización de la más cruenta violencia.
Lo cierto es, que aceptar un supuesto carácter religioso en los movimientos islámicos, sería como aceptar pasivamente el mismo carácter religioso con que fueron revestidas las cruzadas a la región.

Por último, hace algún tiempo Federico Engels, en la obra Ludwig Feurbach y el fin de la Filosofía Clásica Alemana, señaló: " A los espíritus de las masas cebadas exclusivamente con religión, no había más remedio que presentarles sus propios intereses vestidos con ropajes religiosos si se quería levantar una gran tormenta". Ese es el objetivo de buena parte del liderazgo de Hamas.


Próximo Tema: Opus-Dei



Reinaldo López Miranda
Teólogo