Con resonancia magnética comprobaron la actividad mental de mentir.
Aunque la mentira ha sido condenada historicamente por los hombres y catalogada como un aspecto negatico de las personas, lo cierto es que independiente de las consecuencias que provoquen, mentir implica un gran esfuerzo creativo. Así lo comprobaron estudios de la Universidad de Sheffield en Gran Bretaña y Facultad de Medicina de la Universidad de Pensilvania, en Estados Unidos.
Según los científicos que elaboraron los informes, no cualquiera puede mentir. Se rquiere un nivel de inteligencia que puede variar en las personas.
Utilizando técnicas de resonancia magnetica funcional, se demostró que al momento de decir una mentira se produce mayor actividad cerebral y se activan las regiones prefrontales, las más desarrolladas en los humanos.
“El cerebro siempre está listo para decir la verdad y para mentir precisa organizarse:nuestra materia gris tiene que hacer un trabajo extra cuando va a engañar. Se activan zonas del corte frontal que desempeñan un papel en la atención y concentración, además de otra área del cerebro responsable de vigilar los errores”
Diferentes especialistas han dado su opinion al respecto. Mientras para el neurologo Facundo Manes”la falta de habilidad para decir una mentira es anormal”, para la profesora de filosofía Andrea Tagliacarne”conocer la verdad parapoder eludirla y construir el embuste es todo un esfuerzo”. Para mentir se precisa inteligencia”, señaló a “Clarin”.
Pero el valor de la mentira no queda ahí, ya que socialmente es aceptada e incluso se ve con buenos ojos cuando tiene como fin evitar el sufrimiento de otra persona.Esas son llamdas mentiras blancas. Sin embargo, la mayor parte del tiempo se miente para eludir responsabilidades, por inseguridad, para evitar un castigo, para enaltecernos frentes a otros o para acercarnos a alguien.”La mentira es sana e inevitable”, sentencian los especialitas.
, Diario Las Ultimas Noticias, pag. 19 Sociedad. 30–06-2008 www.lun.com
Aunque la mentira ha sido condenada historicamente por los hombres y catalogada como un aspecto negatico de las personas, lo cierto es que independiente de las consecuencias que provoquen, mentir implica un gran esfuerzo creativo. Así lo comprobaron estudios de la Universidad de Sheffield en Gran Bretaña y Facultad de Medicina de la Universidad de Pensilvania, en Estados Unidos.
Según los científicos que elaboraron los informes, no cualquiera puede mentir. Se rquiere un nivel de inteligencia que puede variar en las personas.
Utilizando técnicas de resonancia magnetica funcional, se demostró que al momento de decir una mentira se produce mayor actividad cerebral y se activan las regiones prefrontales, las más desarrolladas en los humanos.
“El cerebro siempre está listo para decir la verdad y para mentir precisa organizarse:nuestra materia gris tiene que hacer un trabajo extra cuando va a engañar. Se activan zonas del corte frontal que desempeñan un papel en la atención y concentración, además de otra área del cerebro responsable de vigilar los errores”
Diferentes especialistas han dado su opinion al respecto. Mientras para el neurologo Facundo Manes”la falta de habilidad para decir una mentira es anormal”, para la profesora de filosofía Andrea Tagliacarne”conocer la verdad parapoder eludirla y construir el embuste es todo un esfuerzo”. Para mentir se precisa inteligencia”, señaló a “Clarin”.
Pero el valor de la mentira no queda ahí, ya que socialmente es aceptada e incluso se ve con buenos ojos cuando tiene como fin evitar el sufrimiento de otra persona.Esas son llamdas mentiras blancas. Sin embargo, la mayor parte del tiempo se miente para eludir responsabilidades, por inseguridad, para evitar un castigo, para enaltecernos frentes a otros o para acercarnos a alguien.”La mentira es sana e inevitable”, sentencian los especialitas.
, Diario Las Ultimas Noticias, pag. 19 Sociedad. 30–06-2008 www.lun.com